jueves, 20 de agosto de 2009

¿No existió? II

Cerca del ex Kibón. El cadáver fue encontrado en la zona rocosa de la playa Pocitos.

Julio de 1971. Fue la segunda ejecución del Escuadrón de la Muerte

El asesinato de Manuel Ramos Filippini
Dos semanas después de la desaparición de Abel Ayala aparece ejecutado en la playa Pocitos Manuel Ramos Filippini. El dictamen del fiscal Ricardo Perciballe dice que se encuentra acreditado que "el Escuadrón de la Muerte planificó y llevó a cabo la ejecución del joven Manuel Antonio Ramos Filippini".

Víctor Carrato |
La República, 20 de agosto, 2009

El sábado 31 de julio de 1971, entre las 2 y las 3 de la madrugada, personal de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), al frente de Oscar Delega y Washington Grignoli, vestido de particular y que se movilizaba en dos vehículos, un automóvil Volkswagen y una Combi con chapas falsas, llegó al domicilio de María Zulma Filippini.

En la calle Talcahuano 3134 bis, entre Ricaldoni y Alfredo Navarra, a media cuadra del Estadio Centenario, atrás de la tribuna Amsterdam, allí vivía Manuel Antonio Ramos Filippini con su madre. Los hombres mostraron documentos que los identificaban como policías. En la puerta se presentó el comisario Oscar Delega, quien le expresa a la madre que iban a buscar a su hijo por una cuestión de rutina. Delega le dijo que se quedara tranquila que en un rato más iba a estar por allí. Conminado a concurrir a la Jefatura, Manuel Ramos Filippini le pidió un pulóver a su madre y la tranquilizó, asegurándole que regresaría pronto. Según el dictamen fiscal, "tras ello, Ramos Filippini fue ultimado en lugar desconocido mediante 12 balazos en su cuerpo. Dable es resaltar que los primeros disparos fueron dirigidos hacia sus extremidades, fracturándole ambos brazos, para luego sí darle el golpe de gracia en tórax y cráneo". El documento de la Justicia agrega que "muy poco tiempo después el cadáver fue dejado en la zona rocosa de la playa Pocitos, a la altura de la calle Pereira de la Luz, detrás del parador Kibón. Junto al cuerpo se esparcieron panfletos pertenecientes a la organización autodenominada Comando Caza Tupamaros - Grupo Oscar Burgueño". Los volantes mimeografiados también se encontraban en los bolsillos de las prendas de Manuel. Era la presentación en sociedad del Escuadrón de la Muerte. Los brazos de Manuel Ramos estaban fracturados, caían inertes por los golpes, presentaba la tumefacción de los múltiples golpes de puño en el rostro y su cuerpo estaba acribillado por 12 balazos, calibres 38 y 32. El cadáver fue encontrado por serenos de edificios de la zona de Pocitos, la Rambla y Pereira de la Luz, en la misma madrugada en que fue detenido. Los familiares de Ramos Filippini denunciaron la falsa detención y aportaron la descripción física de los policías, pero la investigación no prosperó. María Zulma Filippini, la madre de Manuel, logró identificar no sólo al comisario Delega sino también a Miguel Sofía (cuyo procesamiento fue solicitado) y a Oscar Rodao, un policía de Durazno, departamento de donde también era originaria la familia Ramos Filippini. En sus confesiones al MLN, el fotógrafo policial e integrante del Escuadrón de la Muerte Nelson Bardesio identificó a Rodao como uno de los policías reclutados por orden del entonces subsecretario del Interior, Carlos Pirán, para integrar un "grupo de inteligencia" compartimentado y entrenado para la vigilancia y seguimiento de personas en Argentina. Después comenzaron su accionar poniendo bombas de gelinita, secuestrando y asesinando jóvenes. En un reportaje que le realizó "Brecha" en agosto del año pasado, Rodao negó las acusaciones en su contra como integrante del Escuadrón de la Muerte, aunque reconoció que Bardesio era su amigo. Se lo había presentado Mario Benítez Saldivia, otro de los reclutados para aquel grupo pero que sin embargo realizó una declaración ante escribano público. Ante testigos calificados como los legisladores Zelmar Michelini, Hugo Batalla, Daniel Sosa Díaz, Héctor Gutiérrez Ruiz, Juan Pablo Terra, Guillermo García Costa y Juan José Sotuyo, el entonces policía Mario Benítez Saldivia aportó detalles y acciones del Escuadrón de la Muerte voluntariamente. Su testimonio fue realizado antes de que se conocieran las confesiones de Bardesio y coincidían exactamente en varios aspectos.

Benítez Saldivia ha reafirmado recientemente que está dispuesto a ratificar su testimonio ante la justicia. Reclutado por Bardesio a mediados de 1970, a instancias de Carlos Pirán, Benítez Saldivia recordó que "había quienes comenzaban a hablar de la necesidad de eliminar a los cabecillas tupamaros. Yo planteé que en ese caso pedía la baja y Bardesio me dijo que las puertas estaban abiertas para que me fuera cuando quisiera." Al desvincularse del Escuadrón, Benítez Saldivia fue trasladado como custodia del embajador paraguayo, Atilio Fernández, y después fue mantenido sin destino. A los pocos días, un grupo comandado por el capitán de la Armada Ernesto Motto, también sindicado como miembro del Escuadrón, llevó a Benítez Saldivia a un calabozo del cuarto piso de Jefatura, donde fue desnudado, golpeado y amenazado.

El interrogatorio, dirigido por otro marino, el capitán de navío Jorge Nader Curbelo, apuntaba a saber dónde estaba secuestrado Bardesio y a quién le había pasado los datos Benítez Saldivia. A los pocos días lo liberaron advirtiéndole que sabían dónde ubicarlo.

Posteriormente Benítez Saldivia le solicitó a Juan Pablo Terra y a Juan José Sotuyo que lo sacaran del país. Fue enviado a Santiago de Chile, donde permaneció un año y medio. En 1977 fue nuevamente detenido y trasladado al local de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), interrogado acerca del testimonio sobre el Escuadrón y luego liberado.

El ex policía Oscar Rodao también fue designado como custodio del embajador paraguayo, Atilio Fernández, en cuyo apartamento del Edificio Panamericano los integrantes del Escuadrón realizaron varias reuniones. El 15 de abril de 1972 Rodao fue trasladado al Departamento de Investigaciones de la Jefatura de Durazno y posteriormente viajó a Asunción del Paraguay en el auto del embajador Atilio Fernández, según él mismo reconoció. Su salida del país fue parte de lo que el ex presidente Julio María Sanguinetti calificó como una "dispersión" de los miembros del Escuadrón luego de que el MLN atacara su núcleo duro el 14 de abril de 1972.

Rodao también reconoció haber recibido entrenamiento en vigilancia y seguimiento durante tres meses, junto a otros cuatro policías, en Buenos Aires, por la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).



"El Loco Antonio"

Manuel Antonio Ramos Filippini había sido estudiante del IAVA y sus familiares lo llamaban "el loco Antonio" porque era muy vehemente, discutidor muy firme en lo que pensaba, de un corazón enorme y muy querible. Había nacido el 25 de enero de 1944. Tenía 27 años cuando fue asesinado. Su familia era de Durazno. Su padre era inspector de la Caja Rural. Un hombre muy austero y sumamente honesto, tenía militancia política desde hacía tiempo alineado a los sectores herreristas por aquel entonces. Falleció en 1969, cuando Manuel Ramos Filippini estaba detenido en la cárcel de Punta Carretas, donde compartió la celda con Ibero Gutiérrez, otra víctima posterior del Escuadrón. Con extremas medidas de seguridad, Manuel Ramos Filippini fue conducido para ver el féretro de su padre fallecido.

Ramos Filippini había sido funcionario administrativo del Ministerio de Relaciones Exteriores, según consta en su ficha patronímica de la DNII. A comienzos de 1970 fue detenido y procesado por "asistencia a la asociación" MLN-T. Le habían encontrado en su poder unos volantes firmados por el MLN Tupamaros, aunque él siempre negó su pertenencia a la organización. Fue liberado en junio de 1970 y por entonces trabajó ayudando a un tío suyo que tenía un garaje.








2 comentarios:

  1. POR LA MEMORIA .POR FILIPPINI...Y MUCHOS MAS......... JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES.......AHORA Y SIEMPRE.....

    ResponderEliminar
  2. Es imperdonable por parte de sus compañeros de armas que le nieguen la pertenencia al MLN tanto tiempo despúes, ya se terminó la "compartimentación" si alguien fue su compañero que lo diga.... y si no lo era que se aclare que fue otro "error" de los torturadores...

    ResponderEliminar

No ponga reclame, será borrado