martes, 2 de octubre de 2012

El armamento secreto de Fernandez Huidobro

Ya nada le importa al desvergonzado 

 Enviado por Jorge Zabalza





 Estimados compas:

Hace un rato llegué de la inspección ocular que hizo la jueza Mariana Mota al 300 Carlos y de la cual fuimos testigos varios compañeros de nuestro grupo, aunque fuimos citados por la denuncia que hizo Rodolfo Porley.

Les cuento. Fuimos Ferrujo, Martha Valentini, Dari Mendiondo, Mario Morelli, Beatriz Weissman y yo.
Al principio se complicó porque entramos por el portón del 13 de Infantería y llegamos a un punto que no nos dejaron cruzar un alambrado porque dividía ese predio con el del Servicio de Mantenimiento y Armamento. Ahí se tuvo que retirar Dari porque tenía marcada una intervención en la Junta Departamental. Volvimos y entramos por la puerta de al lado, que correspondía al SME.
Entonces sucedió algo insólito: según informaron a la jueza, por orden del propio Ministro Fernández Huidobro impidieron que la Policía Técnia registrara fotográficamente el lugar, lo cual, de ser así, significó una interferencia con la labor judicial desde el Poder Ejecutivo. Algo gravísimo.
Comenzamos la recorrida y a unos doscientos metros y pico de la entrada encontramos el galpón, que está identificado con el número 4. Está prácticamente todo igual, salvo que construyeron una pared que lo divide en dos partes, quedando separado el sector donde estaban las silllas. Por lo demás, la misma escalera con 17 escalones, la misma distribuición de piezas arriba donde nos torturaban, la baranda de la cual nos colgaban, el baño de abajo práctimente igual y también los de arriba.
Cada uno fue recordando lo que le hicieron en cada lugar y comentándola a la jueza Mota. Dónde estuvo de plantón, dónde colgado, dónde el submarino, donde tiraban al piso sobre colchones a los que estaban en recuperación, la ventana de un baño de arriba desde la cual se veía una caseta de vigilancia, etc., etc. Todo coincidía con lo que ya habíamos declarado antes de ir a ese lugar.
La recorrida duró unas dos horas y resultó algo tranquilizador y reconfortante espiritual y emocionalmente, aparte del efecto judicial que pueda tener. Porque fueron 37 años imaginando cómo era esto o aquello de ese lugar, basados en las sensaciones que obtuvimos estando encapuchados, que hoy pudimos reconstruir con todos los detalles.
Ya no es ningún misterio. Aunque no pudimos registrar imágenes, quedó confirmado que la cueva del terror es un barracón al que pudimos acceder y reconstuir algo de todo lo tenebroso que allí ocurrió.
Esperemos que un día se haga justicia.
Un abrazo a todos,
Clarel



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  Batallón de Infantería Blindada Nº 13 (“300 Carlos”, “Infierno Grande”, “La fábrica”) Avda. de las Instrucciones 1325. 10 de mayo de 2007. Carlos Contrera

En los galpones del Servicio de Material y Armamento (dependiente del Comando General del Ejército), localizado en los fondos de este Batallón, funcionó entre principios de 1975 y hasta por lo menos abril de 1977 un centro clandestino de detención conocido como “300 Carlos” , “Infierno Grande” o “La fábrica”. Esta última denominación se debe a que el lugar era utilizado como depósito de maquinaria. Este sitio fue una las sedes de la “Operación Morgan” destinada a desarticular las estructuras del Partido Comunista del Uruguay y del Partido por la Victoria del Pueblo.
Allí estuvieron detenidos decenas de militantes, muchos de los cuales habían pasado previamente por el centro clandestino ubicado en la casa de Punta Gorda. Aquí fueron vistos con vida por última vez varios de los detenidos que aún continúan desaparecidos. Durante 2005 y 2006 un equipo universitario de arqueología forense realizó excavaciones en busca de restos humanos en distintas zonas del predio. Actualmente este sitio sigue siendo una unidad del Ejército.


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Queridos todos:

Como muy bien relató Clarel, ayer concurrimos como testigos varios compañeros a la inspección ocular que hizo la Jueza Mariana Mota al “Infierno o 300 Carlos”, a instancias de la denuncia global que hizo el compañero Rodolfo Porley. En principio, empezó mal: entramos por “el 13” que no era el lugar denunciado. El lugar identificado eran los galpones del fondo que pertenecían y pertenecen al Servicio de Material y Armamento (SMA). Desde “13”, a los fondos, veíamos los cuatro galpones que esperábamos ver. Después de recorrer más de 200 metros solicitamos autorización para entrar al SMA. 
Al entrar por la puerta principal ya tuvimos la primera sensación de que era el lugar al ver que en el piso había unos alcantarillados que sonaban de una manera especial al pasar sobre ellos cualquier vehículo. Llegamos a los galpones caminando; mientras nos acercábamos dudábamos sobre cuál de ellos era. No bien llegamos, nos acercamos y vimos el primero que tenía un portón corredizo cerrado. Miramos a través de los vidrios y todos, absolutamente todos, tuvimos la certeza de que era el lugar. Abren el portón y fue nuestro regreso a 37 años atrás. Salvo pequeños cambios (como pozos en el piso que habían sido rellenados) estaba todo como en formol. 
La mayoría de las cosas en su lugar como testigos crueles. La escalera de 17 escalones, los baños tanto abajo como arriba y las piezas de todos los interrogatorios y torturas. Todos, sin excepción, sin contradicciones, marcamos los lugares donde fueron torturados cientos de compañeros. Estábamos en el mismo lugar donde habían asesinado a muchos compañeros, varios de los cuales seguimos buscando. Al estar en el lugar, además de todo lo denunciado, recordamos nuevas cosas que constan en actas y que fueron totalmente verificadas por los Magistrados. Sin duda, un paso muy importante en nuestro objetivo de Verdad y Justicia.
Desde que entré al lugar, me sentí siempre acompañado por todos ustedes; sentí muchísimos fuerza en mi interior y recordaba mucho a los que seguimos buscando. Efectivamente, ya no hay un misterio, no hay imágenes pero pudimos confirmar todo lo denunciado por más que hayan intentado ignorarlo o silenciarlo.
Capítulo aparte fue el triste papel, y en mi opinión peligroso, del Ministro de Defensa Nacional. Este fue consultado desde el SMA por la Dra. Mariana Mota acompañada por la fiscal Ana María Tellechea, quienes reclamaban el respeto de sus fueros para poder sacar fotos en la escena para sus registros y peritajes por parte de la Policía Técnica, negándose al pedido. 
Él argumentó la existencia de “armamento secreto”. El secreto que vimos fue el lugar por el que tanta gente pasó para ser torturada, muerta y desaparecida. No es ésta la primera vez que obstruye el trabajo de la Justicia. El último ejemplo anterior fue cuando dijo que el Coronel Juan Carlos Gómez, procesado por el asesinato de Gomensoro “puede ser inocente”, según una investigación de sus “asesores”. Realmente me pregunto para qué programa de gobierno trabaja. Y, por último, mi mayor interrogante es si es casualidad que le haya sido negado esto a la Jueza Mariana Mota quien, desde su cargo, ha sido abanderada en la defensa de los Derechos Humanos siendo objeto de todo tipo de ataques tanto desde la oposición como de gente del gobierno. Creo que merece todo nuestro apoyo.
Un abrazo, Ferrujo



“Armamento secreto” vs Verdad y Justicia
Derechos Humanos: Justicia enfrentada a Huidobro por fotos prohibidas en cuartel

La fotos que la Justicia ordenó tomar en el centro de torturas “Infierno Grande” (Batallón de Infantería No13), no pudieron hacerse por orden del Ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, con el argumento que hay “armamento secreto” en la unidad, dijo la jueza de la actuación.
Domingo 30 de septiembre de 2012 |



“Lo único que había ahí eran unas máquinas viejas”, coincidieron los asistentes al procedimiento judicial, según publica el diario La Diaria.

“Realmente no podemos creer esta decisión de Fernández Huidobro; es algo que entorpece la causa judicial y que limita la función de un poder independiente del Estado. Pareciera que el ministro no entiende estas cosas”, dijo el abogado Federico Álvarez Petraglia, que patrocina una denuncia por violaciones a los derechos humanos cometidos en la dictadura.
El “armamento secreto” a buen recaudo

El viernes, la jueza penal de 7º Turno, Mariana Mota, acompañada de fiscal, denunciantes y testigos se apersonaron en el Batallón de Infantería No 13 (“Ïnfierno Grande” o “300 Carlos”) donde seis ex presos del Partido Comunista asistirían a una inspección ocular.

La jueza Mota explicó al coronel presente que tomarían fotos. La comunicación llegó al ministro quien negó la posibilidad. El abogado actuante afirma que los militares prohibieron el acceso del equipo fotográfico porque “habría en ese lugar armamento secreto: lo único que vimos cuando entramos eran máquinas en desuso”.

La Justicia considera importante tener imágenes de la pericia técnica ocular, en tanto documenta en el marco de la causa, según afirmaron los actuantes. Se espera que hoy el Ministerio de Defensa envíe a la jueza una explicación por escrito de la prohibición señalada.


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