3 abril 2018

Ayer de tarde retomó sus actividades la comisión investigadora de la Cámara de Representantes que trata el espionaje militar y policial en democracia. En esta oportunidad compareció la ex fiscal Mirtha Guianze, pero, a diferencia de la mayoría de las citaciones, lo hizo por haber sido espiada. En una rueda de prensa, Guianze aseguró que en 1996, cuando trabajaba en una fiscalía civil, propusieron su nombre para que pasara a una fiscalía penal, pero –según le contó el fiscal de Corte de entonces, Rafael Robatto– desde Presidencia de la República trabaron su designación, “porque habían pedido informes de los servicios de inteligencia”. “Me preguntaron si tengo testigos. Era el doctor Robatto, que falleció, pero está el expediente, que estuvo trabado desde principios de febrero de 1996 hasta fines de 1997. Luego entró el nuevo fiscal, el doctor [Óscar] Peri [Valdez], que se encontró con un acto administrativo perfecto, que no tenía ninguna objeción formal ni de fondo, por lo que mantuvo la propuesta y, finalmente, me designaron”, dijo Guianze.



En 2017, el ex presidente Julio María Sanguinetti había señalado a la diaria que "nunca jamás" ordenó un espionaje “de nadie ni de nada”, y que, si efectivamente hubo espionaje, “habrá escapado a toda idea de contralor o de conducción política”. Consultada respecto de estas declaraciones, Guianze respondió que no iba a opinar sobre los dichos de Sanguinetti, pero que le “consta” que Presidencia utilizó los servicios de la Dirección Nacional de Inteligencia, y subrayó que Robatto era una persona “excepcional, a la que le pareció muy mal el uso que se estaba haciendo de los archivos de Inteligencia”. “El presidente sabía, porque [su designación] no la manejaba el Ministerio de [Educación y] Cultura, sino estrictamente Presidencia de la República, en el edificio Libertad, donde estaban las propuestas que abarcaban una cantidad de fiscalías, traslados, ascensos y nombramientos”, agregó la ex fiscal.
Además, Guianze señaló que conoce otros caso de espionaje en democracia. Explicó que cuando pidió la ficha de Elena Quinteros (maestra desaparecida por la dictadura, en 1976, tras ser secuestrada en la puerta de la embajada de Venezuela), en esos documentos también había archivos relacionados con Tota Quinteros, su madre, fallecida en enero de 2001. “La ficha de Tota consignaba todos sus movimientos: qué hacía, qué no hacía, qué decía, dónde estuvo, etcétera. Hasta que al final escribieron: ‘Fallece a la edad de 83 años’, o sea que la vigilaron hasta el día en que murió”, sostuvo Guianze.
A su vez, el diputado del Frente Amplio Gerardo Núñez, presidente de la comisión investigadora, señaló que el testimonio de Guianze representa un avance en el trabajo de la comisión, ya que demuestra que hubo espionaje que estuvo “focalizado en trabar el desarrollo de la Justicia”. Por último, el representante subrayó que el teniente coronel José Palermo, quien ayer también estaba citado a la comisión, no se presentó. “Ya son varios los militares que fueron citados y decidieron no participar”, resumió.